miércoles, 4 de junio de 2008

Uno del derecho y otro del revés


Cafés. Pastas. Revistas. Patrones. Ovillos de lana. Ganchillos. Agujas. Un grupo de gente joven. Tejer ya no es una actividad exclusiva de mujeres maduras. Coser está de moda entre los jóvenes aficionados a las manualidades desde que, hace unos años, se importó a España una técnica de ganchillo japonesa: el Amigurumi.

Con la aparición del Amigurumi, técnica oriental que consiste en realizar figuras tridimensionales de ganchillo, muchos chicos y chicas jóvenes tiran del hilo.

Para introducirse en el Amigurumi, sólo es necesario conocer los puntos básicos de la calceta tradicional: cadeneta, punto bajo, punto alto y saber aumentar y reducir puntos.

Las nuevas labores se diferencian de las tradicionales en que los crafters (tejedores) se agrupan en comunidades virtuales y foros para hablar sobre su hobbie preferido: el ganchillo.

La tecnología también inspira los diseños. Si antes, lo más común era tejer calcetines y hacer tapetes, las nuevas generaciones de costureros crean figuras en tres dimensiones, fundas para iPods y móviles y, además, donde antaño había cenefas y flores, ahora proliferan calaveras, logotipos y personajes extraídos de videojuegos.
La revista de referencia para los aficionados a las manualidades es la cabecera norteamericana Craft. Los proyectos que presenta esta publicación van desde bodegones de frutas kitsch, hechos con fieltro, a diseños de costura donde se incorporan luces LED que pueden activarse desde una PDA.

En España, la publicación on-line
We love crafts, es la primera cabecera española dedicada, en exclusiva, a las labores.

Los costureros varones, tienen un blog exclusivo:
http://www.menknit.net/. El blog se dirige exclusivamente a los crafters masculinos, con mucha ironía: “Que los hombres hagan punto no es tan extraño. No estás solo”.

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